lunes, 16 de mayo de 2011

Las películas de Roberto Macho-Quevedo: "Midnight in Paris"


CINESA: SALA 9 (Lunes a Jueves 16.00, 18.05, 20.15 y 22.25; Viernes y Sábado, 00.35; Domingo, 12:15)

PEÑACASTILLO: SALA 4 (Lunes a Jueves 16:00, 18:00, 20:00 y 22:00, Viernes y Sábado, 00:00; Domingo, 12:00)

MIDNIGHT IN PARIS. PUNTUACIÓN: 8
Lo último del gran Woody Allen es una película deliciosa, encantadora, profunda e ingeniosa en la que todo fluye con armonía y asombrosa sencillez y naturalidad.
Allen sigue hablándonos de la vida a través de sus películas, con ...
la ligereza y la sabiduría del maestro.
Midnight in Paris es una obra de apariencia luminosa y vitalista pero de poso melancólico. Una película sobre el pasado y la nostalgia que critica eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor y se atreve a poner en duda la nostalgia. Y es que Allen a través de unas bellísimas, cálidas y perfectas imágenes obra de la esplendida fotografía de Daruis Khondji nos dice que lo importante es vivir el presente, que en cualquier época la vida no es perfecta y que los seres humanos siempre queremos lo que no tenemos.
La premisa es inteligente y divertida; un guionista de Hollywood harto de lo que escribe para films comerciales busca empezar de cero y escribir su primera novela. Se trata de un tipo romántico y soñador que viaja con su novia a Paris, ciudad de la que está enamorado. Pero entonces cada noche a las doce y en el mismo lugar un coche antiguo le recoge y lo transporta al pasado, al Paris bohemio y bullicioso de los años veinte, donde se irá encontrado a sus ídolos, a todo tipo de grandes artistas como Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Pablo Picasso, Dalí o Luis Buñuel.
Allen también nos sigue hablando de temas como la insatisfacción permanente en la que vivimos las personas o de que esta vida es imperfecta e insatisfactoria y por eso tendemos a negarlo y disfrazarlo a través del pasado. Además incide en temas recurrentes como el arte, el amor, la muerte o el poder de la fantasía para poder evadirnos y sobrellevar la rutina cotidiana y el dolor del mundo.
Midnight in Paris estaría a medio camino entre La rosa purpura del Cairo y Manhattan. Allen utiliza y dosifica muy bien el toque fantástico de los viajes en el tiempo que experimenta el protagonista y sus encuentros con famosos artistas. El film está narrado con serenidad y seguridad, y todo en el parece estar en su sitio; desde el esplendido reparto, pasando por una clásica e invisible puesta en escena hasta el ingenioso y reflexivo guión.
Woody Allen nos ha regalado con Midnight in Paris otra obra estupenda, no se la pierdan.


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