HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE. PARTE II. PUNTUACIÓN: 5.5
Se acabó la saga Harry Potter en cine. Y la verdad que esta última pelí se deja ver, resulta casi siempre entretenida y espectacular. Eso sí, no es una gran película, ni un final maravilloso ni perfectamente cerrado; a mí me queda una sensación de artificial, deslavazada, irregular, caprichosa e inconexa. Vuelve a estirarse y reiterarse, dando vueltas sobre sí misma, estancándose un poco en el asedio al Colegio Hogwarts por parte de Voldemort y sus seguidores y resulta tramposa y arbitraria en cuanto a la posible muerte de Harry Potter. Esta última entrega sirve como compendio de la evolución que han sufrido las diferentes secuelas (la mejor sigue siendo El prisionero de Azkaban) y como resumen de lo mejor y lo peor de la saga. El comienzo promete, con algunos momentos espectaculares, pero el duelo final decepciona algo. Es larga y tiende a repetirse sin avanzar, además se nota mucho que bebe y copia de sagas como La guerra de las galaxias y El señor de los anillos. Pero, sin duda, la película funciona de forma intermitente, en momentos aislados, y nos deja secuencias e imágenes espectaculares, bellas y emotivas y me gusta todo lo que tiene que ver con el profesor Snape y el flashback que explica sus verdaderas intenciones. Un final digno; más divertida, fastuosa y disfrutable que las cuatro anteriores aunque sin el equilibrio y poder de fascinación de las tres primeras.
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