Aretha Franklin, una de las mejores voces de la historia de la música, nació un 25 de marzo de 1942 en Memphis. Hija de un sacerdote baptista y de una cantante de gospel vivió con sus padres y sus dos hermanas hasta los seis años en esa ciudad, pronto la familia decidió trasladarse a Detroit, después de que su madre abandonara el hogar.
Allí su padre se hizo con una reputada fama gracias a sus sermones y Aretha Franklin fue formándose como cantante y pianista, arropada por importantes cantantes de la ciudad. Con doce años comenzó a cantar en la iglesia donde predicaba su padre.
Tras dedicarse a la música espiritual, en 1960 decidió dar el salto a la música comercial. Los años sesenta y setenta son los de su fulgurante éxito, primero con Columbia y después con Atlantic Records.
Los ochenta fueron un inpass en su carrera: el éxito comercial fue acompañado de cierto declive en cuanto a la calidad de su música. Pese a todo, cual Ave Fénix, resurgió de sus cenizas para volver a reivindicarse como la diva que es y seguirá siendo.
Su importancia la revela el hecho de que en 2008 fuera elegida como Personaje Musical del Año en las bodas de oro de los Premios Grammy, donde se alzó con su vigésimo galardón gracias al dueto con Mary J. Blige, "You never gonna change my faith".
Un año más tarde formó parte de la ceremonia de investidura de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos, deslumbrando a los asistentes y a espectadores de todo el mundo al interpretar "My country is tis of thee".
En diciembre del año pasado tuvo que poner punto y aparte a su gira. Se especuló sobre si padecía cáncer de páncreas, aunque la artista se apresuró a desmentirlo un mes después, asegurando que en mayo retomarías sus actuaciones en directo.
Sea como fuere, Happy Birthday, Miss Franklin.
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